13 octubre 2009

w3.lavanguardia.es

Estaba mirando la Vanguardia, por internet, y he visto un anuncio, de esos animados, y me he dicho: busca, niña, busca alguien que se ría de esto como lo haces tú.

El anuncio va de lo siguiente: es un tío, un tal Sr. González, que quiere comprarse un disfraz para triunfar en las fiestas. La foto:




A ver… A ver. Primero, ¿tú crees que un tío que ya tiene más frente que culo, y que lleva gafas de los años 60, va a ir a una fiesta de disfrazes? Y lo segundo, lo más importante, ¿para qué quieres un disfraz? ¡Eres Woody Allen!





Pero el anuncio sigue, y te enseñan el disfraz que el Sr. González considera apropiado para ir a triunfar en las fiestas, y se lo compra. El disfraz es este:




A ver, el disfraz está bien, además puedes mandar a alguien si te da mucho palo ir, porque como no tiene ni agujero para los ojos ni para respirar, es casi imposible que descubran que no eres tú. Pero volvamos a lo interesante del temilla, el disfraz es más que obvio que lo ha encontrado, y es terrorífico, un caballo gigante de peluche con cara de cabreado y con cuello de jirafa, oh dios, ¡no!, pero es que el tío se ha comprado este disfraz para triunfar en las fiestas. Repito, triunfar. Y ahí se queda el chiste, porque relincha por sí solo.

¡Y el anuncio sigue! La coletilla final.




“Un padre feliz”. ¡Un padre feliz! La pregunta es la siguiente: ¿la felicidad del padre… la compartirán los hijos?

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