21 marzo 2010

EQUUS, Peter Shaffer


Peter Shaffer, hermano gemelo del guionista Anthony Shaffer, escribió EQUUS tras ser informado sobre una noticia e imaginar cómo se había llegado a ese punto. Equus trata sobre la historia de Alan Strang, y del por qué este tranquilo chico de diecisiete años ciega a seis caballos, sin motivos aparentes.
Personalmente, nunca me ha gustado demasiado leer teatro, pero Equus parece haber roto todos mis esquemas, y es que llevo una semana pensando en leerme esta obra -ahora, por fin, ya me la he leído. Todo comenzó cuando  Radcliffe (nuestro querído Harry Potter) interpretó a Strong en una adaptación de Equus, en el 2007. Radcliffe salió desnudo en el escenario, como exige el drama, y en el R.U. se lió un pitote inmenso: no puede salir desnudo, es un ejemplo para nuestros hijos (Harry Potter); ¡nunca más llevaré a mis hijos a ver sus películas! Bien, dejando de lado (mal que me pese) mi opinión sobre esa opinión, debo reconocer que esto me llevó a pensar si hay obra teatral tan buena como para que sea indispensable un desnudo sobre el escenario. La respuesta es sí -obviamente-; sí cuando ese desnudo transmite algo y es una clave fundamental (Equus es un gran ejemplo).
Ahora, conociendo mi prehistoria antes de tener Equus entre mis manos, pasemos a hablar de la obra en sí misma. Es entretenida, interesante, emotiva y tiene un toque de algo que me ha dejado sinceramente fascinada. La veneración que Alan Strang profesa hacia su Dios Equus es increíble; es una emoción tan vívida, tan fuerte y humana que resulta imposible no sentirla, e incluso entenderla. 
El regustillo de boca que me ha dejado Equus... podríamos decir que es el sabor de la envidia de una persona normal por la pasión desenfrenada de un loco. Cuando lees la intensidad con la que Alan Strang vive lo que vive y hace lo que hace, sientes una profunda envidia, con aroma de patetiquismo. 
Genial, genial.

4.99 (periódico) estrellas /de cinco, de entiende.

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