02 febrero 2010

Volvía a tener el mismo sueño.
Abre los ojos y mira hacia arriba, ve el cielo transformado en un espejo que refleja el patio donde está sentada. La luz solar nace en todos los horizontes, pero ni rastro del astro Sol. Baja la mirada hacia el frente. El olivo sonríe y conversa con los abetos tranquilamente, hablan del nuevo nacimiento de un hada de jardín, esas hadas diminutas que cuidan de las plantas y pintan las flores de distintos colores. La nueva hada todavía no tiene alas, pero ya le están creciendo el pelo dorado y los pies de cristal azul, y se le están abriendo los ojos ciegos de plata.
Ella se sonríe al escuchar la conversación, le parece divertida. El olivo tiene una voz melosa que empalaga la purpurina que flota en el aire y se pega a él.
En las cinco sillas de la mesa que ella no está ocupando, descubre a cinco elfos, todos desnudos y con un toque de magia efímera.
Era exactamente el mismo sueño otra vez.

-¿Que por qué tendemos a soñar con fantasía? Jolin Emma, pues porque son sueños.


©TIMOTHY

No hay comentarios:

Publicar un comentario