15 febrero 2010

Me dan ganas de vomitar y de llorar cuando pienso esto.

 
Basta ya con el rollo de tener siempre la puta boca cerrada.


Hace tiempo, cuando todavía no tenía demasiado claro el tema de mi Treball de Recerca, pensé en hacerlo sobre los antecedentes de Drácula, ver un poco en qué se había basado Stoker para escribir esa genialidad. Y así fue como acabé leyéndome la historia de Dracul y de Elizabeth Bathory. Y fue una experiencia horrible.
Ese tema para el trabajo me parecía espectacular, una gran opción, pero, sencillamente, fui incapaz de estudiarme eso, de escribir sobre eso. Hay cosas que soy demasiado cobarde para afrontar.
Leer como Dracul empalaba a tort i a dret o como Bathory mataba por llana locura, pensar en Jack el Destripador, o en Manson, en la Inquisición o en la matanza de los primeros Cristianos, o en las injusticias de la religión de Alá... Me ponía enferma, y todavía lo hace.
Cuando leía la biografía de Dracul para el trabajo, lloré, y lloré muchísimo. Realmente sufrí como pocas veces. Recuerdo una indignación increíble ardiéndome en la sangre. Una humillación contra mi especie y un estado creciente de verguenza ajena.
Y ahora, que acabo de betear un relato sobre torturas y torturas, me pregunto si hemos cambiado en algo. La respuesta es que no.
Toda esta gente, toda esta chusma, panda de enfermos que matan sin remordimiento, Bush -por ejemplo- y sus mierda de intereses de la puta industria armamentística. 
A la mierda con todo.
Dracul estaba enfermo, eso, para mi, es más que obvio. Bathory estaba realmente ida. Manson era un loco y Jack el Destripador otro que tal. Pero ¿y Bush? ¿Y toda la gente, de hoy en día, que sigue matando porque cree que así su puta economía de mierda irá a mejor? ¿Estan enfermos? ¿Es esto la maldad es su peor estado?
Nunca, nunca he creído en la pena de muerte, y cuando leí por primera vez El Señor de los Anillos me di cuenta de porqué. Todavía recuerdo, como si lo estubiese leyendo ahora mismo, cuando, en las Minas de Moria, Frodo le pregunta a Gandalf que por qué no mata a Gollum, y éste le responde ¿Puedes devolver la vida? Pues entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos. Y me pareció genial, sencillamente genial.
Ahora lo veo como una paradója. ¿Por qué debo tener piedad yo con aquellos que no la tienen con nadie? La muerte tal vez sea una extremo demasiado pasional -sobretodo por el estado de indignación, humillación, enfado y asco que siento ahora mismo-, pero juro que yo tengo a Dracul delante, y le mato.
No me creo en posesión de la verdad, ni con el suficiente discernamiento para juzgar a nadie, pero la impotencia acostumbra a cegarme, y me siento realmente impotente delante de esta mierda de mundo que no hace más que empeorar.
Tengo la sensación, o la paranoia, de que estoy supermegaunida con el Universo, y por eso me afecta tanto lo que veo que pasa en él. Y luego pienso que es porque soy una exagerada de mierda. Sea como sea, esto no puede seguir así. No debe seguir así. Y lo que más me enfurece de todo es que no veo cómo coño cambiarlo.
Sé que no podré ser feliz nunca si esto sigue pasando, porque soy así de ingenua y de subnormal. O por lo menos, no tendré la conciencia tranquila si sé que no estoy haciendo absolutamente nada para cambiar lo que tanto odio que pase. Odio, esa es la palabra justa. Así que, a partir de hoy, intentaré poner mi granito de arena en cada cosa que haga, en cada cosa que diga.
Tal vez no sea de gran ayuda, pero a la mierda hombre, por lo menos podré dormir, y seguramente ya sea bastante más de que lo hace la puta mayoría de la gente (fijaos que digo gente y no personas, porque de lo segundo ya quedan demasiado pocas).
©TIMOTHY

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